Los usos y beneficios del ácido hialurónico

En el mundo de la belleza y cuidado de la piel, hay productos cosméticos que son protagonistas: el retinol, la niacinamida, la vitamina C, pero, sobre todo, el ácido hialurónico: su poder hidratante hace que esté presente en la mayoría de los cosméticos y productos de higiene actuales.

El ácido hialurónico lo podemos encontrar de varias maneras: desde cremas solares hasta jabones de manos, pasando por los sérums. Es el ingrediente por excelencia de la cosmética, además de ser uno de los activos favoritos, aparte del bótox, para la medicina estética.

En este artículo, te contamos para qué sirve este componente y por qué no querrás separarte de él. 

¿Qué función tiene?

El ácido hialurónico es un elemento que crea nuestro cuerpo de forma natural. Se puede encontrar en la piel, cartílagos y tendones, pero conforme van pasando los años, tiende a desaparecer (a los 60 años se estima que solo queda un 10% en nuestro cuerpo), por tanto, es necesario ir añadiéndolo de forma externa.

Su poder de hidratación es inmejorable con su llamado ‘efecto esponja’: un gramo de ácido retiene hasta seis litros de agua. Con el inicio de su tratamiento en los laboratorios cosméticos de los años 90, empezó su comercialización, y se descubrió que cuanto más pequeñas eran las moléculas de este componente, mayor profundidad alcanzarían. 

El uso diario de ácido hialurónico en cremas y sérums ayuda a estimular la producción natural de colágeno, pero es importante saber que si lo que se busca es un “rellenado” de la piel, este componente ha de ser infiltrado por profesionales.

Su uso en verano

Aunque se crea que los tratamientos estéticos agresivos no son recomendables en verano, los que llevan este componente sí lo son. Muchos profesionales recomiendan este componente para aumentar la hidratación de la piel y así tenerla mejor preparada para luchar contra las altas temperaturas y la polución.

Para los más jóvenes

Siempre hemos escuchado que hay que esperar a tener una piel madura para comenzar a tratarla, pero en realidad, es una leyenda. Según los expertos, cuanto antes se comience con este tipo de tratamientos, ya sea incluyéndolo en nuestra rutina facial o a través de la medicina estética, tendremos a largo plazo unos signos de envejecimiento menos notorios y una piel más sana. 

Si es realizada a través de infiltraciones en la piel, su duración suele durar entre los 6 y los 18 meses.